"¡Leverkusen quiere ese título!"

Simon, Bayer 04 está en la final de la Copa DFB por primera vez en 11 años. La alegría entre los jugadores y el staff,  después de la victoria en la semifinal en Saarbrücken, muestra que tan entusiasmado está el club de jugar una cuarta final en esta competencia. ¿Qué importancia le das a este logro?

Valoro llegar a la final. Es muy significativo para nosotros. Es un evento fantástico donde tenemos la oportunidad de jugar por un título de nuevo después de 11 años. Es extremadamente importante para mí y para todo el club. Ese ha sidonuestro objetivo principal. Antes de la temporada, establecimos que queríamos ganar títulos. Y eso es lo que estamos haciendo ahora. ¡Estamos en la final!

El camino a Berlín comenzó en Aquisgrán con una convincente victoria de 4-1. Los siguientes partidos en casa contra Paderborn (1-0), Stuttgart (2-1) y Union Berlin (3-1) fueron mucho más ajustados. ¿Es típico que sólo el resultado cuente al final?

La copa siempre es así. En las eliminatorias, a nadie le interesa cómo se juega, sólo se trata de conseguir el pase. En las finales de la Copa Mundial, los campeones no sólo avanzan y dominan cada juego. Siempre hay partidos que son más difíciles que otros, donde un equipo no tiene su mejor día y sin embargo tienes que ganar. Eso es lo único que cuenta. ¡Ganar! El cómo, lo decide la forma, el oponente, las circunstancias. Esa es la atracción especial de la copa.

¿Estabas nervioso en el partido contra Union, cuando los berlineses lideraron 1-0 hasta el minuto 72?

¿Nervioso? Sí, tengo que admitirlo. Ese es un claro ejemplo de un partido complicado. Union jugó muy bien y se preparó para enfrentarnos, poco después de haber disputado el choque de la Bundesliga en el Alte Försterei. Si estás en desventaja en casa, después de 70 minutos en un duelo de copa, en un partido muy apretado, la mayor preocupación es que te quedes sin tiempo. Pero, en ese momento, notamos que nuestra presión aumentaba. Luego vino el empate con Karim Bellarabi, ahí tuve claro que ganaríamos el juego. En esas situaciones, es importante romper la barrera de resistencia. Lo hicimos al emparejar el marcador. Después de eso no nos detuvieron.

El equipo de Peter Bosz hizo un gran trabajo en Saarbrücken...

Sí. no hay duda. El partido terminó después de los dos primeros goles. Saarbrücken no tenía ninguna posibilidad.

Ahora enfrentan a los campeones récord de la Pokal en el Estadio Olímpico de Berlín. ¿Hay posibilidades contra Bayern?

Bayern tiene un gran equipo y merece ser campeón de Alemania. Sin embargo, sólo hay un partido para decidir el título y vamos a Berlín para ganarlo. Queremos ser campeones. En un juego, siempre hay muchas posibilidades. Ya hemos vencido a Bayern en la liga esta temporada. Son un muy buen equipo, pero nosotros también.

Esta temporada en la Bundesliga registraron una victoria de 2-1 en Múnich y una derrota de 4-2 en casa contra Bayern. ¿Qué conclusiones sacas de esto para la final y de qué dependerá el resultado?

Siempre puedes sacar conclusiones de táctica. Los entrenadores analizan detalladamente lo positivo y lo negativo. También los puntos débiles del rival. Normalmente, eso es lo que hacemos, incluso contra Bayern de Múnich, pero el punto fundamental es: hay dos buenos equipos enfrentándose en la final de la copa. Y todo se reduce a quién está en mejor forma ese día.

Han pasado 27 años desde que Bayer 04 ganó un título. Es seguro decir que al club se le presenta una oportunidad histórica.

Por supuesto, la final de la copa es algo muy especial. Como club, nunca se sabe si pronto volverás a ese escenario o no, tal vez a excepción de Bayern. Han pasado 11 años para Bayer 04. Sin embargo, nuestro objetivo es hacerlo con más frecuencia. Así que no quiero verlo como una oportunidad histórica, ya que eso significaría que es algo único. Prefiero que podamos crear este tipo de oportunidades con mayor frecuencia a futuro. 

En 77ª edición de la final de Copa DFB se lleva a cabo en circunstancias muy especiales debido a la pandemia de coronavirus. ¿Qué impacto tiene en las expectativas del club?

Es una lástima que la final se haya jugado a puerta cerrada este año. Nuestros aficionados merecen más que la experiencia de una 'Final en Berlín'. Pero el valor deportivo sigue siendo el mismo.

Viviste la experiencia en Berlín dos veces como jugador. Ganaste la copa con Werder Bremen en 2004 sin jugar. ¿Qué recuerdas de la victoria de 3-2 contra Alemannia Aachen?

Tengo muy buenos recuerdos. Bremen tiene una gran tradición, porque seguido estaba en la final de la competencia. Como jugador, aprendes que esta competencia es muy especial para el club. Fuimos a Berlín en ese entonces como campeones de Alemania y jugamos contra el equipo de segunda división: mi nuevo club Alemannia Aachen, y aunque no jugué, fue increíble levantar la copa. ¡Fue una experiencia fantástica! Por cierto, era la primera vez que mi futura esposa y yo estábamos en el mismo lugar (ríe). Aunque no lo sabíamos, ya que nos conocimos después, pero ella asistió como espectadora...

Jugaste con Bayer 04 en la final contra tu antiguo club, Werder Bremen. Desafortunadamente, el juego terminó en una derrota de 1-0.

Es un poco extraño haber jugado la primera final contra mi nuevo club y la segunda contra el anterior. Pero, por supuesto, 2009 fue completamente diferente desde mi perspectiva. Cinco años antes, sólo observaba y en 2009 guié a mi equipo al campo como capitán. Lo diré de nuevo: la final de la copa es el mejor juego que hay en Alemania. El ambiente es genial. Fueron dos equipos muy, muy buenos, que no tuvieron un buen papel en la Liga, porque terminaron en la mitad de la tabla, pero ambos tenían a grandes jugadores. Recibimos un duro golpe al perder el partido. Ese día, quien marcara el primer gol ganaba el juego y todavía estoy convencido de eso. Si lo hubiéramos hecho... Patrick Helmes, tuvo una gran oportunidad al principio. Normalmente, siempre aprovechaba oportunidades como esa. Pero luego llegó Özil con Bremen, más un desafortunado desvío para nosotros. Aún duele.

El partido no fue bueno para ti debido a una entrevista con el entonces entrenador Bruno Labbadia. ¿Cómo viviste la situación?

Las primeras preguntas llegaron después de la conferencia de prensa del viernes con el director deportivo, el entrenador y yo como capitán. Algunas citas comenzaron a circular de forma anticipada. Un día antes del partido, nos enfrentamos a declaraciones negativas del entrenador sin saber exactamente qué pasaba. Sabíamos que algo grande vendría un día después. El sábado por la mañana todos los periódicos estaban llenos de eso, de la entrevista. Muchos compañeros de equipo vinieron a mí y me preguntaron: "¿Qué está pasando?” Fue absurdo, estás en la final de la copa antes del partido más importante en el país y todo debería ser sobre lo deportivo, pero en ese momento el tema principal era una entrevista con el entrenador. Esa fue una situación extraña y realmente difícil para nosotros.

La final de 2009 marcó el comienzo del 'Finally red'. Los fanáticos se veían impresionantes en el Estadio Olímpico vestidos de ese color. ¿Cómo te sentiste con este ambiente?

La campaña de nuestros seguidores es genial. Me pone la piel de gallina, es muy emocionante verlo en la última jornada en casa de la temporada. Pero cuando pienso en Berlín de 2009, cuando se lanzó, todavía me da un escalofrío en la espalda. Es inolvidable cuando salimos de la puerta y miramos las gradas completamente rojas con nuestros aficionados. Cada jugador tenía varios boletos y yo los se los regalé a varias personas. Eran amigos y conocidos míos que no eran tan fanáticos del fútbol. Pero todos ellos me dijeron después: "Wow. Este ambiente en Berlín, ¡es fantástico!" Es lo maravilloso de este juego. No sólo atrae a los aficionados del futbol. Todos se involucran en este entorno.

No habrá nada de eso el 4 de julio. El estadio no estará repleto, ni festejos de los seguidores en Breitscheidplatz; la final no tendrá ese ambiente especial ¿Cómo manejan esta situación?

Es extraño de alguna manera. Como jugador tienes que estar aún más enfocado en el objetivo, donde normalmente hay emoción y pasión. Sin embargo, ver el trofeo es una gran motivación.

Muchos seguidores están en conflicto: por un lado, es una gran alegría disputar la cuarta final y la posibilidad de obtener el tercer título de club, pero por otro lado, hay gran decepción por no estar ahí...

Para ellos y para nosotros también. Hay muchos aficionados que han enviado correos electrónicos contándonos que estuvieron en la final de 2009, cuando eran niños. Son apasionados de Bayer 04. Están fascinados por esta final de copa como institución. Es muy emotivo, pero también es una gran pena que no se juegue de la misma forma esta temporada, porque muchos de nuestros seguidores no podrán cumplir sus deseos. Yo diría: no hay otra alternativa, tenemos que volver tan pronto como sea posible. ¡Con los aficionados!

¿Cómo se puede establecer un vínculo tan fuerte entre el equipo y la afición? ¿Qué pueden hacer los fanáticos para hacerle sentir al grupo que los están apoyando, incluso si no pueden verlos?

Es crucial que los jugadores sientan ese apoyo antes de un juego tan importante. Todos los muchachos extrañan a los fans. Pero sienten que todo Leverkusen los apoya, que todos cruzan los dedos aunque no puedan estar ahí, eso motiva a un jugador, lo sabe y lo lleva al campo. Estaría muy feliz si todo el futbol en Alemania sintiera antes de la gran final: ¡Leverkusen quiere ese título!

Esta entrevista es parte de la edición especial de la revista del Werkself, para la final de la Copa DFB contra Bayern de Múnich, que previamente se envió a los miembros de Bayer 04. El ePaper estará disponible en bayer04.de a partir del sábado 4 de julio.