Story: Copa de la UEFA 88 – Aterrizaje forzoso en Barcelona
Hace exactamente 30 años, el 4 de mayo de 1988, el Bayer 04 jugó su primera final de la Copa de Europa contra el Espanyol Barcelona. El Werkself llegó al partido con el pecho fuera – y volvió a casa con el rabo entre las piernas en un viaje silencioso después de caer 3-0 en el Estadio de Sarrià.
El Bayer 04 había jugado 14 partidos de la Copa de Europa– y había salido victorioso de cada uno de ellos. Por eso, los del Werkself llegaron muy confiados su primera final de la Eurocopa para enfrentarse al Espanyol Barcelona. Pero después del final del partido el 4 de mayo del 1988 no quedó ni rastro de esa confianza. El equipo del entrenador Erich Ribbeck perdió 3-0 su primera final en el Estadio Sarrià. En las caras llenas de decepción de los jugadores se reflejó la pena y el dolor de aquel que ve su sueño escurrirse entre sus dedos y tiene ahora que enfrentarse a la dura realidad. “Todo por lo que habíamos vivido, entrenado y jugado esos últimos meses, se esfumó de repente. Se me vino el mundo encima y a los demás les pasó igual”, comenta el portero Rüdiger Vollborn volviendo la vista atrás, “en el vestuario no se pronunció ni una palabra”. Y a lo lejos pudieron escuchar las celebraciones del equipo vencedor, que festejaron con casi 40.000 hinchas la victoria en el estadio localizado en el centro de la ciudad. “Eso fue todo para nosotros. En dos semanas, el Espanyol recogerá el trofeo en nuestro campo” – eso pensaron en aquel instante todos los que tenían al club en el corazón.
¿Pero que había sucedido? Después de ganar en la semifinal contra el campeón alemán Werder Bremen, todos en el Bayer 04 se vieron contagiados de optimismo, tanto los hinchas como los jugadores y entrenadores – a pesar de que el Espanyol de camino a la final no solo hubiese derrotado al Borussia Mönchengladbach y al de Brujas, sino también a los dos pesos pesados italianos: al AC y al Inter de Milán. Que la prueba general en la Bundesliga contra el Bayer 05 Uerdingen acabara con una derrota 4-1 y una tajeta roja para Tita no preocupó demasiado. Tanto el equipo como los aficionados sabían que el rendimiento del Bayer 04 en la temporada del 1987/88 en competiciones nacionales no era para echar cohetes. Pero, al contrario que en Alemania, habían logrado muy buenos resultados en todas las rondas internacionales. Y desde la primera ronda de octavos de final, el Bayer 04 no había encajado ni un solo gol más en los cinco partidos siguientes.
También en la primera ronda de la final contra el Espanyol pintó bien durante un tiempo. El Bayer 04 tenía el partido presuntamente en sus manos para la alegría de los 2.000 hinchas que habían viajado con ellos, aunque fallaran prácticamente cada una de las jugadas hacia la portería contraria. Teniendo en cuenta que Thomas Hörster y Christian Schreier faltaron por lesión, que Erich Seckler lo hizo por sanción y que Bum-kun Cha tuvo que abandonar el césped después de 18 minutos, todo parecía avanzar bien para los del Leverkusen. El Espanyol jugó de forma más inglesa que española y se centró en tiros largos del centrocampista Losada, que se enfrentó en varias ocasiones en un uno a uno en el aire con Alois Reinhardt. A un minuto de la pausa cayó la fortaleza del Bayer 04: después de un tiro de Soler metió Losada de cabeza, poniendo a su equipo a la cabeza - 1-0 (44’).
Poco después del comienzo de la segunda parte, llegó el siguente golpe: Soler chutó la pelota desde 10 metros logrando el 2-0 (49’). Y los españoles marcaron poco depsués el tercero. De nuevo Losada, que logró el 3-0 con otro tiro de cabeza (57’). Los fogosos hinchas del Espanyol celebraron del minuto 60 al 90, durante media hora la prácticamente victoria segura de la Copa, mientras que los impresionados jugadores del Bayer 04 ponían esfuerzo pero no conseguían acercarse a marcar. En la tribuna, el hincha del Espanyol Manolo, el del Bombo, bebía ya el vino de su bota – Barcelona tenía al Bayer en el bote. “Hemos ganado el premio a la belleza, mientras que el Espanyol ha marcado tres goles de cinco ocasiones”, dijo Erich Ribbeck.
Después del final hubo un silencio sepulcral en el vestuario del Leverkusen, igual que unas horas después en el vuelo de vuelta. En algún momento, sobre las nubes, agarró Erich Ribbeck el micrófono del avión – era entonces las 2:35 de la madrugada – y se dirigió a la tripulación del avión, que se sentó entre los jugadores, los entrenadores, los invitados especiales, los hinchas y los periodistas. “Hoy hemos caído con todo, pero os puedo asegurar que en el partido de vuelta todos y cada uno de los jugadores volverán a dar su máximo. Intentaremos hacer lo imposible posible”, comunicó el entrenador.
Fue el empujón que hizo falta para levantar los ánimos después de encajar tal golpe en el Estadio Sarrià. El milagro de Leverkusen, que tendría lugar dos semanas después el 18 de mayo del 1988, parecía estar en aquel momento a años luz. O como el lesionado Christian Schreier bien dijo: “Si queremos darle la vuelta a esto, Semana Santa, Navidad y Nochevieja tienen que caer en el mismo día”. ¡El día tenía que llegar!
Las estadísticas:
Espanyol Barcelona: N'Kono – Gallart – Job, Miguel Angel – Orejuela (66' Golobart), Inaki, Urkiaga, Soler – Valverde, Pichi Alonso (69' Lauridsen), Losada
Bayer 04: Vollborn – Rolff – De Keyser, A. Reinhardt, Hinterberger – Cha (18' Götz), Tita, Buncol, Falkenmayer (75' K. Reinhardt) – Waas, Täuber
Goles: 1-0 Losada (44'), 2-0 Soler (49'), 3-0 Losada (57')
Árbitro: Krchnak (CSSR)
Tarjetas amarillas: Täuber
Espectadores: 40.000
Aquí tienen el reportaje de la primera parte de la final en Barcelona:
