Copa de la UEFA - El tiro de la suerte de Reinhardt
Fue seguramente el gol más importante de mi carrera y para mí un momento muy emotivoHoy hace 30 años, el 6 de abril del 1988, ganó el Bayer 04 su primera ronda de la semifinal en la Copa de la UEFA contra el favorito, el Werder Bremen, con un 1-0. La diferencia en aquella noche la marcó un hombre, que en raras ocasiones en su carrera como profesional sería descrito como goleador.
Después el encuentro contra el gran FC Barcelona, fue la semifinal un duelo alemán contra el Werder Bremen – el entusiasmo se mantuvo al límite en el Leverkusen al conocer el resultado del sorteo. No por ser el partido contra el líder de la Bundesliga, sino que de nuevo volvía a ser el primer encuentro en campo propio. Porque el calendario de la Bundesliga así lo quiso, tuvo lugar dos semanas antes de la primera ronda de la Copa de la UEFA contra el SV Werder el partido de liga entre los dos equipos en el Weserstadion – que sirvió al mismo tiempo como una prueba general para el duelo antes de la final de la competición europea. Fue un encuentro espectacular. Christian Schreier consiguió con un doblete el 2-0 al final del primer tiempo para el Werkself. Pero después de la pausa el estadio del Werder empezó a hervir: el líder de la tabla atacó continuamente y Karl-Heinz acortara el marcador, antes de que Manni Burgsmüller marcara dos goles en el minuto 86’ y 89’ consiguiendo la victoria para el favorito. Eso pensaron todos, también el entrenador del Bayer 04 Erich Ribbeck, que después del tercer gol del Werder, dejó furioso el banquillo y desapareció en los vestuarios. Se perdió en la prórroga un tiro libre desde casi 30 metros para su equipo – Tita consiguió chutar el balón en la escuadra derecha, logrando el 3-3 final. “Sabía que Tita aun marcaría un gol, porque tendría que verlo”, dijo Ribbeck después de pitido final.
Pero mientras el entrenador aún hervía de rabia por la pérdida de la ventaja de 2-0, “sabíamos que sí que teníamos posibilidades de ganar”, como comentó Rüdiger Vollborn en retrospectiva. En la Bundesliga consiguió el Bayer 04 cuatro días después una merecida victoria de 3-2 contra el Schalke y quería hacer lo mismo contra el ascendido Hannover 96. Algo que no consiguieron: los del Leverkusen recibieron una paliza y salieron como perros apaleados del campo después de un 1-6. Bayer 04 había encajado en una semana 11 goles en contra, no del todo tranquilizador antes del duelo europeo contra el Werder.
Cuando los dos equipos ese 6 de abril, un miércoles por la noche, subieron las escaleras del estadio Haberland, los 15.000 espectadores no crearon exactamente “ambiente internacional”. A juego con el duelo alemán, el nombre el árbitro era Germanikos. Tanto el Werkself como el Werder tenían como meta ganar a cero. El equipo der Bremen, que salió con tres delanteros (Neubarth, Riedle, Ordenewitz), tenía una pequeña ventaja, pero no muchas oportunidades de peso. La escena decisiva del partido llegó después de una hora. Primero Christian Schreier, el goleador del momento del Bayer 04, se lesionó en la ingle en un golpe por la derecha de Borowka y faltó a su equipo en las siguientes semanas. El tiro libre lo chutó Flroian Hinterberger desde la zona de penalti, el capitán del Werder Votava la desvió débilmente, Alois Reinhardt tiró desde el límite de la zona de penalti con un giro y la pelota, bien dirigida y con potencia, entró en la portería (61’). 1-0 para los locales, que mantuvieron el marcador gracias los grandes esfuerzos de la defensa.
“Yo, como defensa, no he marcado muchos goles, por eso mismo estoy tan orgulloso de ese gol. Fue seguramente el gol más importante de mi carrera y para mí un momento muy emotivo. El Bremen era por aquel entonces un equipo de renombre y se convirtió poco después en campeón alemám”, dijo el goleador. Por eso mismo tenía cada jugador del Bayer 04 claro que el Werder poseía la capacidad para darle la vuelta al resultado dos semanas después en su propio campo. “¿Fue el 1-0 un buen resultado? ¿Y qué es un buen resultado contra un equipo que en la segunda vuelta contra Spartak Moscú transformó un 4-1 en un 6-2 en casa?”. Esas son las dos preguntas que se hizo Rüdiger Vollborn entonces. Los jugadores del Leverkusen empezaron a pensar en la segunda ronda en cuanto sonó el pitido del final de la primera. Todos tenían la mirada puesta en el partido del 20 de abril en el Weserstadion. Sería una batalla de la defensa en la que iban a necesitar todas sus fuerzas.
La estadística:
Bayer 04: Vollborn – Hörster – Hinterberger, Seckler, A. Reinhardt – Cha, Schreier (61‘ Götz), Tita (75‘ Buncol), Rolff, Täuber – Waas
Werder Bremen: Reck – Sauer – Bratseth, Borowka – Wolter, Votava, Hermann, Otten – Neubarth, Riedle, Ordenewitz (67‘ Meier)
Gol: 1-0 A. Reinhardt (61')
Árbitro: Germanikos (Grecia)
Tarjetas amarillas: Seckler – Borowka, Neubarth
Espectadores: 15.000
Y aquí el reportaje televisivo sobre la primera ronda de la semifinal contra Bremen:
