Bajo la cruz del Bayer se escribió historia germano-alemana. Andreas Thom y Ulf Kirsten son los destacados protagonistas de la antigua RDA, que despegaron en su carrera atlética en el Bayer 04. Sus antecesores Falko Götz y Dirk Schlegel ya se infiltraron siete años antes en el fútbol del Oeste. Un capítulo muy especial de 40 de Bundesliga en el Bayer 04.
Ya llegó una vez más el 3 de octubre. Entre Dresden y Düsseldorf, entre Flensburgo y Rosenheim, todas las personas en Alemania celebran 28 años de un evento incomparable, que les llevó a la tumultuosa y conmovedora reunificación de 1989/90. Es la fiesta de la Reunificación. Berlín, la capital, invita para esta ocasión, mediante el lema “SOLO CON VOSOTROS”, a un recorrido por los sitios históricos entre la estación central de trenes, el Potsdamer Platz, el parque zoológico y la Plaza de la República, lugar en el que se llevó a cabo y se selló la reunificación del 3 de octubre de 1990.
Este 3 de octubre es, sin duda, más que un simple día nacional de conmemoración. Los recuerdos se remontan a una especie de punto de inflexión, cuando las fronteras habían caído en la mayoría de los corazones, cuando los ojos se abrieron de repente, cuando de un momento a otro muchas cosas, que el día de antes parecían imposibles, eran posibles. No bastó ningún superlativo, para hacer frente al optimismo creciente. El en aquel entonces canciller, Helmut Kohl, presento su programa de “blühende Landschaften” (Paisajes florecientes). Franz Beckenbauer, el entrenador de la Selección Alemana, se dejó llevar por la embriaguez del triunfo en la Copa Mundial de Roma a un pronóstico audaz: “Somos campeones del mundo. Y ahora también llegarán los chicos del Este. Lo siento por el resto del mundo, pero creo que en los próximos años seremos invencibles”. Berti Vogts, asistente y declarado sucesor del “Kaiser”, lo tomó con sentimientos encontrados, ya que, con esta declaración, Franz le había dejado un buen equipaje de presión sobre los hombros.
Mientras tanto, en el lejano Leverkusen, hubo un hombre que tocó todas las teclas para traer algunos de los “jugadores del este” ojeados por Beckenbauer, no para hacer invencible al Bayer 04 en los próximos años, pero sí para reforzar el club a largo plazo. El delantero del Este de Berlín, Andreas Thom, un jugador fijo en la selección de la RDA durante años, ya había sido fichado por Reiner Calmund, el gerente del Bayer 04. Con este fichaje logró tener tanto éxito que los equipos rivales en la Bundesliga lo envidiaron por ello. El joven de 24 años, creador de juego y anotador en el Dinamo de Berlín, el equipo favorito del jefe del Ministerio para la Seguridad del Estado (Stasi) Erich Mielke, fue considerado como el profesional más buscado en el este con su brillante mente futbolística y su agilidad y disparo.
Que hayan descubierto una estrella así en el hasta el momento bien protegido corazón del ya inexistente socialismo, desde el centro capitalista del fútbol en Alemania del oeste, debió sacudir a un hombre como Mielke hasta la médula. Aunque del año 1990 tuvo otras preocupaciones existenciales. Pero esta es fue una operación muy especial, ya que, al temido jefe de la seguridad del estado le había molestado la relación de dos de sus jugadores con el Bayer 04 y Leverkusen siete años antes. En 1983, los jóvenes talentos Falko Götz (21), un ambicioso delantero, y Dirk Schlegel (22), un gran defensor, viajaron con el Dinamo de Berlín hacia Belgrado para disputar la Copa de Europa contra el Partizán y acabaron en el oeste. Su meta: ¡La tierra prometida de los futbolistas, la Bundesliga!
Durante unas compras en un centro comercial aprovecharon un momento de falta de atención de sus observadores para pasar por una entrada lateral en dirección a la embajada de Alemania. Con ayuda diplomática y más tarde por su cuenta, logran abordar el tren nocturno hacia Múnich en Ljubljana. El aventurado escape los lleva a una nueva vida. A un nuevo espacio para las piernas. Sobre el campo y en su vida.
De acuerdo con las regulaciones de la FIFA en Alemania (Oeste), los jóvenes de Alemania del Este están inicialmente suspendidos por un año. Falko Götz lo recuerda muy bien: “Para mí fue importante ponerme en contacto con Jörg Berger. Fue mi entrenador en el equipo nacional juvenil de la RDA y, por lo tanto, mi primera parada”. Berger, que también huyó de la RDA desde Yugoslavia en 1979 y que ahora era entrenador en el fútbol profesional de Alemania Occidental, transmite el contacto hacia Leverkusen a Reiner Calmund, quien hace un contrato para ambos. Los desertores de la RDA se muestran en sus declaraciones públicas dispersas como "refugiados en términos de deporte". Para no sufrir un destino igual que su ex compañero Lutz Eigendorf (Kaiserslautern), que perdió la vida en un accidente manipulado, se claman estrictamente al consejo de Berger, de no provocar al régimen de la RDA o mostrarse como “refugiados políticos”. Sin embargo, más tarde se encuentran en el archivo de la Stasi de los dibujos de Götz indicios que apuntan a un secuestro planeado.
El 3 de noviembre de 1984 llegó el momento. Falko Götz y Dirk Schlegel cumplen su sueño de la Bundesliga. Ambos debutaron con el Bayer 04 en el empate a 1 en el Alm-Stadion de Bielefeld. Götz llega a disputar 115 partidos (26 goles) para el Leverkusen, gana la Copa de la UEFA en 1988 (anotó el 2-0 de cabeza en el partido de vuelta de la final) y cambia entonces al otro lado del río Rin. Schlegel hizo 24 apariciones (cuatro goles) durante una temporada.
Esto fue 1983. En ese momento, todo apuntaba a confrontaciones entre el oeste y el este. Aquella época es considerada una época horrible en la llamada guerra fría. Pero eso es historia ahora.
En 1990 el mundo tiene un aspecto totalmente diferente. El muro ya no está. Está derrumbado. Es época de deshielo. En lugar de cemento y bloqueos, a símbolos de relajación. ‘Gorbi’ y ‘Wind of Change’ en lugar de Erich y Erich. En lugar de Mielke y Honecker. Nadie tiene que huir de la república arriesgándose la vida. Tampoco ningún futbolista que quiera mejorar en el oeste. Reiner Calmund en Leverkusen encuentra en su campaña una base de negociación con los mejores futbolistas del socialismo. En la“patria alemana unida” existe ahora el libre intercambio de partidos y jugadores, de goles y talentos. A partir de entonces le ayudaría el principio que le había ayudado en la industria años atrás: “Los rápidos se comen a los lentos”.
El hombre de acción del Bayer Leverkusen es, a pesar de toda alegría y afabilidad, un hombre de hechos. El 9 de noviembre de 1989, celebró en detalle la histórica caída del Muro de Berlín en Berlín, luego ideó un plan en su escritorio y desarrolló cómo su club podría beneficiarse del desarrollo. En el proceso, se le ocurrió una audaz y arriesgada chiquillada. El 15 de noviembre, la selección de la RDA disputará un partido clasificatorio para la Copa del Mundo del año siguiente en Italia contra Austria en el Praterstadion de Viena. Entre los 57.000 espectadores se encuentran ojeadores, cazatalentos y agentes de jugadores de todas las partes de Europa, observando al jugador de Alemania del Este.
El Bayer 04 también está presente. Pero en el centro de la acción. En permanente contacto visual con los protagonistas. Calmund envió al ayudante de un laboratorio químico y entrenador de su equipo juvenil Wolfgang Karnath, hasta el momento desconocido en este campo, equipado con la acreditación de fotógrafo de prensa. Su función era intentar conseguir los datos de los jugadores (dirección, números de teléfono, etc.). “Estuvo sentado al final, con un peto de fotógrafo y no le importó ni un bledo”.
Entonces ocurrió algo que el mánager ya ha contado en innumerables ocasiones. Mientras el partido está en marcha, Karnath se acerca cada vez más al banquillo del equipo visitante y finalmente se instala allí. Andreas Thom recordando esa escena: “Estuvo sentado al final de nuestro banquillo, con un peto de fotógrafo y no le importó ni un bledo”. La impudencia gana.
Por supuesto que esto no fue todo. Gracias a su elegante apariencia, el presunto fotógrafo logró entrar en el hotel del equipo tras el pitido final y obtuvo el permiso para regresar a Berlín en el avión del equipo. La cosa ya está en el bote. Al día siguiente, Calmund recibe una chuleta en el Grand Hotel en Friedrichstrasse con todos los documentos decisivos para él, así como información sobre qué jugadores habrían expresado interés en mudarse al oeste. Entre ellos se encuentra Andreas Thom. ‘Calli’ está on fire y directamente se puso en camino a recolectar las firmas.
‘Andi’ Thom firmó el contrato tras nueve días con su primer encuentro en su apartamento. Para él es importante que el contrato sea manejado en cualquier caso oficialmente a través de la federación de la RDA, para asegurarse de que su familia no corra ningún riesgo. A principios de 1989 los funcionarios de la RDA se ponen de acuerdo. El coste de la transferencia serían 2,5 millones de marcos alemanes. El 12 de diciembre, fue anunciado y presentado públicamente como la primera transferencia de un jugador de la RDA a la Bundesliga. El Bayer 04 tuvo un papel clave en la conformación de la historia deportiva germano-alemana.
“Se esperó que Thom jugara por primera vez con su nuevo equipo el 16 de diciembre en el partido local contra el FC Homburg, pero el partido fue cancelado por el mal estado del campo. Su debut sería entonces el 17 de febrero de 1990 en el partido de recuperación. En la victoria por 3-1, Thom anotó tras un centro de Andrzej Buncol el gol de la ventaja, su primer gol para el Bayer 04. Durante sus cinco años en el club, hizo 161 apariencias y 37 goles. El jugador del este ya se había acostumbrado a su primera experiencia de ser observado como un “exótico”, sobre todo, porque tras seis semanas en el club, los seguidores también se acostumbraron: “Vieron que yo también tenía únicamente una cabeza y dos piernas”.
La transferencia de Thom fue el disparo inicial para el eslogan que prevalece ahora en el oeste: “Go West”. El diligente Calmund tuvo a otras dos estrellas en su radar. Convenció a los internacionales Ulf Kirsten y Matthias Sammer, ambas personalidades excepcionales con el balón, jugadores que marcaron la diferencia y fueron los pilares decisivos de su equipo Dynamo Dresden, que estaban en buenas manos en Leverkusen como su primera parada de su carrera en el Oeste.
El hombre de Leverkusen obtiene rápidamente lo que quiere, dos firmas valiosas, y se imagina a sí mismo en el destino de sus deseos. Pero los detalles no funcionan como se había imaginado; en la implementación surgen problemas. Los jefes de la compañía temen problemas de imagen si Bayer ficha de inmediato a los tres mejores jugadores de la RDA de un solo golpe. Sintiéndolo en el alma, se rescindieron los contratos de Kirsten (24) y Sammer (22). Poco después, Sammer se une al VfB Stuttgart. Por Kirsten se interesó el Borussia Dortmund, pero tuvo dificultades para cumplir los requisitos financieros del cambio, exigidos por la administración de Dresden. A medida que se iba extendiendo el fichaje, fue Calmund otra vez quién intentó el fichaje. Esta vez lo logró.
Kirsten de Riesa, junto con su amigo Thom “Torgarant” (el título de su biografía), formaron una gran pareja en la delantera y se convirtieron en los favoritos de los seguidores del Bayer 04. El cariño continúa sin cambios hasta la actualidad. Con sus 181 goles en 350 partidos disputados para el Bayer 04 (hasta 2003) entró en los anales del club. Cien veces vistió la camiseta nacional, 49 veces la de la RDA y 51 la negra-roja-dorada. Ha sido galardonado varias veces por el Kicker como máximo goleador de la Bundesliga y es un ávido fanático del motociclismo.
El tercer jugador de Alemania del Este que pasa a jugar en las filas del Leverkusen es Matthias Stammann, que llegó al Bayer 04 durante el verano de 1990. El centrocampista llegó del PSV Schwerin, disputó en cuatro años 41 partidos con el Werkself y ganó con el club la Copa DFB en 1993.
A partir de ahora, el Bayer 04 será considerado como un punto de llegada serio y popular para los jóvenes futbolistas de los nuevos estados federales. En 1992 llegó Mario Tolkmitt (21), mediocampista del FC Berlín, que disputó 55 partidos de la Bundesliga, René Rydlewicz (19 / centrocampista) del Dinamo de Berlín, quien se quedó dos años (15 apariciones), y el internacional de la RDA Heiko Scholz (25 /centrocampista) del Dinamo Dresde (75 apariciones). En la siguiente temporada, el defensa central nacido en Cottbus, Jens Melzig (27), se unió desde el Dresde al Bayer 04 (hasta 1995), donde disputó 53 partidos. En 1994 se unió del Union Berlin, Mike Rietpietsch (20/centrocampista) y disputó en tres temporadas 22 partidos. Durante ocho años (de 1993 a 2001) estuvo activo el ex portero internacional de la RDA, Werner Friese (Lok Leipzig) como entrenador de porteros en el Dhünn. Supervisó con éxito a porteros como Rüdiger Vollborn, Dirk Heinen, Adam Matysek o Pascal Zuberbühler. Friese falleció en 2016 con la edad de 70 años.
En 1997, otro futbolista dotado firma un contrato con el Bayer 04: Stefan "Paule" Beinlich, nacido en Berlín del este y crecido jugando al fútbol en el Dinamo Berlín, proviene del FC Hansa Rostock, permanece en Leverkusen durante tres años y se convierte en jugador internacional. El estratega del centro del campo disputó para la absoluta 111 partidos (34 goles).
Por supuesto, hay dos nombres que no pueden faltar en la lista de jugadores provenientes de la RDA. Bernd Schneider, un respetable capitán honorario del Werkself, ha recorrido un largo camino desde su ciudad natal, Jena, en 1999, pasando por un año en Frankfurt hasta llegar al Leverkusen. El popular jugador técnico, conocido como “el brasileño blanco”, disputó hasta su retirada en 2009, 263 partidos en la Bundesliga (35 goles) y 81 con la absoluta. El segundo nombre importante, que también entró en los servicios del Bayer 04 en 1999, fue el en aquel entonces joven de 22 años, Michael Ballack. El joven procedente de Görlitz, ganó un año antes con el Kaiserslautern de Otto Rehhagel la Bundesliga. Durante su estancia de tres años en Leverkusen (79 partidos/27 goles) se convierte en un líder. “Balle”, como le llaman sus amigos y seguidores, cambió en 2002 al Bayern de Múnich, después al Chelsea y regresó como estrella mundial al Bayer 04 en 2010 (35 partidos). En 2012 se retiró de su carrera futbolística. Durante la octava jornada de la temporada 2011/12, en el encuentro con el Wolfsburgo, el en aquel entonces centrocampista más peligroso de la Selección de Alemania, disputó su partido número 100 para el Werkself.